¡Hola compañeros de Nebrija!

En esta primera entrada voy a comentar mis ideas y reflexiones sobre las características principales de la web 2.0, en especial relacionadas con la educación.

En primer lugar me gustaría destacar el papel del usuario, que pasa de ser uno pasivo a uno completamente activo, el protagonista del proceso. Se pasa también de una web de datos a una web de personas, donde el rol del individuo es traído al frente. Al usuario se le proporcionan las herramientas para que construya en la web un entorno en que se sienta cómodo, y esto es especialmente relevante para el terreno de la educación. Ante la ingente cantidad de información que transita la red, al alumno (o en todo caso al profesor) toca desechar y decidir con qué quedarse y con qué no. 

En segundo lugar, la clasificación por etiquetas de ciertas palabras claves (bien sea por etiquetado colaborativo o individual) nos permite acceder instantáneamente a la información que nosotros deseamos conocer. Y no sólo eso, sino que gracias a este etiquetado, a la suscripción de canales y páginas o al seguimiento de ciertas fuentes o personas en redes como Youtube o Twitter lo que estamos consiguiendo es conformar un boletín de datos y noticias con aquellos contenidos que realmente nos interesan, dentro de un abanico enormemente amplio.

Y por último, me gustaría tocar el tema de las relaciones entre usuarios, bien entre las personas que están detrás de blogs como éste o entre usuarios de diferentes redes sociales. Y social es precisamente el adjetivo que mejor define aquello en lo que se ha convertido la experiencia virtual hoy en día. La colaboración y el intercambio que propicia la red por su propia naturaleza son además clave para entender el proceso de comunicación, y es por ello que hemos de promover su uso, aunque a veces ni siquiera haga falta pues son las herramientas que nuestros alumnos ya conocen y manejan con demostrada soltura, lo que no deja de ser otra de las razones (la motivación) para seguir ahondando en su uso. 

Un saludo a todos, ¡y hasta la próxima entrada!